viernes, 13 de mayo de 2011

Capitulo 8 Diana


Diana le contaba algo con emoción a Mary, pero no oía sus propias palabras, a lo lejos reconoció a Max, y eso la asusto, intento que Mary no se diera cuenta de quien venia hacia ellas, pero lo cierto es que por mucho que le contara nada, Mary se dio cuenta y clavo los ojos en Max, Diana intento ignorarle, algo que Max noto e hizo lo mismo, y Mary se levanto y tendió los brazos hacia Max, Diana se sentía muy confundida por todo. Pero despertó, gracias a dios despertó de su sueño, todo era confuso, cada vez que alguien mas veía a Max le revolvía las tripas, era una sensación imposible de describir, era como cuando discutes con alguien que te importa y le dices cosas que no son verdad y lo empeoras todo, o cuando te enamoras de la persona equivocada y esa persona se da cuenta y te pide que le olvides, esa era su sensación realmente, a pesar de que quisiera con todas sus fuerzas a Alex, Max siempre estaba ahí, en cualquier pensamiento, y aunque cuando alguien mas le veía se sentía de esa manera, aunque ella no quisiera tener ese sentimiento, ahí estaba, como una mancha que no se quita de tu prenda favorita. Se levanto de la cama con torpeza, y levanto las persianas de su habitación medio dormida, intento desperezarse con una ducha, pero no basto, se vistió con lo primero que vio, y sin pensárselo dos veces se lo puso, cojio la mochila y salio a clase. En el patio de la entrada, se encontró a todos hablando, Diana sin muchas ganas fue, y se metió en el pequeño corro, entre una discusión de todos, cuando Tina la vio entrar y la miro.
-Vas a ir al cursillo? Le pregunto Tina
Al cursillo que fueron en verano, Diana invadida por esa sensación que le deja siempre Max, intento no derrumbarse en el suelo a pesar del mareo que le entro en ese momento.
- No lo se. Y antes de que nadie la llamara cobarde siguió su respuesta.
- Es que es mucho dinero y mis padres no andan bien.
A pesar de ser verdad lo que había dicho, Tina la miro sin creérselo demasiado pero asintió con lentitud. Clair la miro de arriba abajo y sonrió.
- Diana te acuerdas de aquel chico, como se llamaba, ya sabed de quien te hablo no? Dijo burlona Clair.
Mary le siguió la conversación a Clair, ocupando el puesto de Ann que había faltado ese día.
- Joe, si es verdad que fuerte!
Diana cada vez se sentía mas mareada, pero no dejo caerse y siguió en pie.
-Iros a la mierda. Dijo Diana con enfado.
Clair y Mary la miraron sorprendidas por su reacción.
Diana hecho a andar hacia la puerta sin mirar atrás.
Lo que antes había sido unos pasos decididos y rápidos, al cruzar la puerta fueron mas lentos, y tambaleantes, levanto la vista y vio a Rick en su taquilla, Diana freno en seco, no sabia si ir a saludarse o pasar de el, Rick no se daba cuenta de que ella estaba parada en medio del pasillo, de su taquilla, Rick saco una foto de el y Diana, la contemplo durante unos segundos y la tiro a la papelera, cerro la taquilla dio media vuelta y se marcho, Diana siguió quieta donde estaba antes, le dolió que no se hubiera fijado que estaba allí, empezó a moverse hacia la papelera, observo la foto, miro a ambos lados y la recogió, no pudo evitar sonreír al verla, metió la foto entre las rejillas de la taquilla de Rick, se dio la vuelta y fue hacia su clase cabizbaja, un chico que iba corriendo apenas la vio y tropezó con ella, Diana esta vez quedo en el suelo, Diana no miro al chico con quien se había tropezado, dejo las carpetas que se le había caído, y se tumbo hacia atrás, el chico preocupado no dejaba de preguntarle si estaba bien, Diana empezó a reírse no sabia porque, pero cada vez su risa era mas sonora, el chico se empezó a tranquilizar, Diana dejo de reír y abrió los ojos, miro a su acompañante, le tendió la mano hacia el.
- Hola, me llamo Diana.
-Hola Diana, yo soy Roberto.
- Roberto, no eres de por aquí no?
- No vengo de México.
Su nombre, su acento, sus ojos marrones, y su pelo negro le había dado las pistas, era muy guapo.
- Bienvenido Roberto.
Roberto le tendió la mano a Diana, y Diana cojio su mano, le ayudo a levantarse y le dio sus carpetas.
- Gracias.
Roberto le sonrió y se despidió de ella.

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